A trancas y barrancas

Parece mentira que ya hayan pasado 6 años, sucedió un día como hoy en una cafetería. Si no recuerdo mal el día anterior me lanzaba el órdago, a lo cuál respondí en primera instancia que necesitaba pensármelo al menos un día.
A partir de ese momento, mi relación con ella iba a cambiar eligiera lo que eligiese. Nos llevábamos muy bien como amigos. ¡Quién decía que no podía salir bien!. Puesto que ella trabajaba en el país vecino, nuestra relación como os imagináis no fue fácil al principio. Pero también hay que decir que tenía su parte positiva, los reencuentros. Aunque su parte negativa las despedidas, eran muy dolorosas.

A día de hoy tenemos la suerte de vivir juntos, aunque viendo el panorama, quién dice que mañana emigremos juntos o por separado.

La vida es una constante adaptación, con momentos al alza y a la baja. De nosotros depende aprender de estos (sobre todo de los malos), no venirnos abajo y luchar día a día porque vuelvan tiempos mejores. Ahora eso sí, no esperes que vengan solos.

A todo esto… ¿Renovamos por un año más?